La Vaca Asturiana de los Valles (La Vaca Roxa)

Los mastines como buenos perros de custodia, si son debidamente sociabilizados. pueden utilizarse para defender a multitud de animales domésticos de los depredadores.

 

Los puertos y pastizales de  la cordillera cantábrica además de ser aprovechados por las ovejas, siempre lo fueron también por las vacas.  Vacas que desde su ancestro el Uro siempre han estado presentes en el territorio diversificándose y dando lugar a un buen número de razas autóctonas.  El cambio en los usos tradicionales de explotación, de la montaña cantábrica, y la introducción a partir de finales de los años 50 de vacas más selectas, especialmente la pardo alpina, llevaron a la extinción de la raza más tradicional de las montañas leonesas: la Mantequera Leonesa. Era la Mantequera una vaca del tronco de las morenas del noroeste con un alto contenido graso en su leche (10%). Esta leche hizo muy popular a los productos lácteos leoneses desde que en el siglo XIX se instaló una industria láctea en Villablino. Otras razas, sufrieron un enorme descenso en su número como fue el caso de las vacas asturianas tanto de la montaña (Casina) como de los Valles (Carreña o Roxa).

 

La Vaca Asturiana de los Valles estuvo siempre ampliamente distribuida por Asturias y León disminuyendo paulatinamente en número hasta quedar en los años 70 reducida a 22.000 cabezas, en las zonas más duras de la montaña cantábrica, donde tiene poca competencia por su rusticidad y facilidad para la cría.

 

Sin embargo, la existencia de cupos para la producción de la leche y su bajo valor volvió a poner en valor a las raza asturiana de los Valles sobre la vaca pardo alpina de una actitud menos carnicera.

 

La Vaca Asturiana es una vaca de gran formato cuyas vacas llegan a pesar los 600 Kg. y los toros los 1000 Kg. La coloración es castaña desde rojiza a pajiza con nariz, párpados, borlón de la cola, zona ano-vulvar, pezuñas y rodetes coronarios negros.

 

La grupa es ancha y su expansión actual se debe también a la presencia en esta raza de grupa doble lo que se denomina culón. El gen responsable de este carácter culón, denominado gen MSTN, se descubrió en 1997 y está localizado en el cromosoma 2. Este gen codifica para una proteína, la miostatina, perteneciente a la familia que agrupa proteínas implicadas en el desarrollo de los animales. Es recesivo con dominancia incompleta por lo que un ternero con el gen en homocigosis puede no presentar el carácter culón.

Muchos vaqueros utilizan mastines para cuidar de sus vacas y es bien conocido que se abastecieron principalmente de los ganados merinos que llegaban a la montaña. Muchos de los perros provenían de ganaderos como Hernaiz, Plaza, Calderones, etc. de Extremadura.


Estos mastines quedaban y quedan solos en las brañas al cuidado de las vacas, un hecho bastante diferencial del manejo tradicional de las ovejas en las que el pastor tenía una mayor presencia.  El problema de los mastines con las vacas en estas áreas es la dificultad, a veces para hacerles llegar la comida a diario. Por lo que este manejo constituye un caso único en los perros de custodia. Se trata de mastines que en ausencia del dueño generan pocos conflictos con los montañeros, especialmente en la región occidental, defiende de lobos y osos, y a veces están dos y tres días sin comer sin apartarse de sus vacas.

 

Una característica muy particular del mastín español  que junto a la capacidad para no dejar ganado aislado en el monte, proteger hembras que están a punto de parir, sin dejarlas solas en ese crítico momento, buena orientación y una magnífica nariz hacen de esta raza única entre los perros de custodia.

En la parte oriental de Asturias y con un número mucho más reducido de ejemplares vive la raza Asturiana de la Montaña, una de las razas más antiguas de la Península y que se atribuye a la raza de los pueblos celtas. Es una raza de menor tamaño que la Asturiana de los Valles  pero muy compacta.