La Oveja Castellana
La Raza Castellana es autóctona de Castilla y León procede del Tronco Entrefino, cuyo ancestro común es el Ovis aries celtivericus, del cual descienden numerosas razas en la península ibérica com o pueden ser la Manchega, Rasa Aragonesa, Segureña , Navarra, Ansotana y Roya Bilbilitana entre otras.
Ocupó zonas llanas de la meseta norte, asociándose a los cultivos de cereal, donde el redileo en las rastrojeras para estercolarlas era parte fundamental de las labores agrícolas. En otras épocas del año aprovechaban pastos marginales, donde eran más eficientes que el ganado vacuno. Pudo tener cierta influencia de la raza Merina con la que compartió cañadas y zonas de puertos, aunque esta raza tan sólo realizaba trasterminancia.
En origen la capa era de color negro, pero a mediados del pasado siglo la depreciación de la lana negra fue tan importante, que la selección hacia la capa blanca fue sistemática. Hoy existen los dos tipos de capas encontrándose animales de los dos tipos en la mayoría de rebaños.
Dentro Castilla y León, la provincia con el censo más destacable de la raza Castellana es Zamora, donde se concentran en las comarcas de Aliste, Sanabria principalmente, en estas zonas, con alta prevalencia de lobo todos los rebaños se acompañan de varios mastines. En el resto de la provincia se pueden encontrar rebaños más dispersos, al igual que en las provincias de Valladolid, León, y Salamanca. En la actualidad el censo puede ser de unos 350.000 animales, estabilizado desde hace unos 10 años. Las zonas de Zamora donde la raza castellana es la raza ovina mayoritaria ( unas 135.000 cabezas repartidas en aproximadamente 500 explotaciones), tienen una perfecta adaptación de los pastos naturales a las ovejas. También allí el cruce con todo tipo de razas ha sido sistemático, pero ninguno ha conseguido desplazar a estos animales.
Su manejo es muy variado, desde el extensivo estricto, hasta el semiintensivo. Incluso dentro del mismo rebaño . Es frecuente también observar que la misma explotación puede variar el manejo en función de los recursos pastables de distintos años o estaciones. Lo que sí puede afirmarse es que no existen ganaderías intensivas, dado que la castellana es una raza que no soporta encierros muy prolongados, y de hecho lo que interesa a sus propietarios es el aprovechamiento que estos animales hacen de todo tipo forrajes a diente.
Los rebaños salen diariamente a pastar, bien sea en prados propios, comunales o alquilados, zonas adehesadas, rastrojeras o zonas donde se eliminan subproductos agrícolas. En el norte de la provincia de Zamora se realiza en verano la trasterminancia desde municipios de la zona de Aliste y Tábara a la sierra de la Culebra, así como en zonas de Sanabria.
La castellana es una oveja rústica de triple aptitud: carne, leche y lana aunque la producción de carne es la más importante.